viernes, 28 de octubre de 2011

El Restaurante de Mademoiselle Innocent

Salón principal


Mesa 1: El pueblo francés alimenta a Luis Felipe de Orleans representado en forma de pera / HONORÉ-VICTORÍN DAUMIER, 1834.

Mesa 2: Escena de “The Godfather”: Michael Corleone mata a Sollozo y a McCluskey / FRANCIS FORD COPPOLA, 1972.

Mesa 3: Fragmento de la escena de “Salò o le 120 giornate di Sodoma”: el Círculo de la mierda / PIER PAOLO PASOLINI, 1975.

Mesa 4: “In ictu oculi” / GRETA ALFARO, 2009

Mesa 5: Escena de baile en “La Grande Bouffe” / MARCO FERRARI, 1973.

Mesa 6: Escena final “The cook, the thief, his wife and her lover” / PETER GREENAWAY, 1989.

Los 10 consejos para el éxito del joven cocinero
{Restaurante de Mademoiselle Innocent}

Bienvenidos jóvenes cocineros que ansían una primera oportunidad, Mademoiselle Innocent se la da aquí y ahora. No tengan ninguna duda, en los siguientes consejos radica el secreto del éxito en la cocina y en la vida. En nuestro reconocido restaurante la mejor formación en las artes culinarias viene acompañada de una excelsa formación del espíritu. Nos ocuparemos de ustedes como cocineros y como personas, inculcándoles desde el comienzo una ética indispensable para el trabajo, que aleje de sus inexpertas mentes todo relativismo y les dé las fuerzas necesarias para culminar cualquier objetivo que se propongan.

Ahora bien, sean conscientes de que nosotros únicamente nos limitamos a señalar el camino. En ustedes recae la responsabilidad de recorrerlo. En ustedes está lograr las más altas cotas de reconocimiento social. En ustedes está el alcanzar la felicidad de ser los mejores. En ustedes está el elevarse sobre la masa y lucir con orgullo la Toque Blanche de un jefe de cocinas. Si fracasan no culpen a Mlle. Innocent, quién sólo ofrece su ayuda.

En su condición de futuros miembros de nuestro staff deben saber, además, que la grandeza de un banquete no es algo baladí. De hecho, el momento de la ingesta del condumio – nuestra especialidad – es un acontecimiento de vital importancia para el desarrollo de las relaciones humanas, de una trascendencia inclusive mística cabría añadir. Por ello, esperamos de ustedes una dedicación absoluta a sus obligaciones, que será obviamente recompensada a su tiempo. Añadir también que exigimos la completa discreción de nuestro personal con respecto a la intimidad de nuestros clientes. Diversos motivos desencadenan los telúricos eventos que aquí vendemos, pero el cocinero debe dedicarse exclusivamente a saciar sensual y estéticamente al comensal, sin jamás inmiscuirse en la razón de ser del festín. Ningún chef que haya obviado este precepto ha sobrevivido en nuestro negocio siquiera el tiempo de hervir un huevo. Lamentable oprobio, indigno hasta de un vulgar sollastre, sonroja los bellos pómulos de nuestra amada Mlle. Innocent. ¡Si supierais la desazón que acongoja su corazón cada vez que un joven pierde el rumbo! Hay quién dice que tras el último defenestrado una lágrima cristalina recorrió su sereno y afilado rostro.

El cocinero, el poeta, el alma nutricia del espectáculo, debe ocupar el lugar que le corresponde por derecho, aguardando sereno la finalización del gaudeamus para aparecer ante su público laureado. Y siguiendo inmemorial guión, recibir el bienaventurado aplauso de profanos y entendidos. Éstos, los segundos, le auparán a la gloria – si ha hecho lo que debe querer hacer – y su nombre, escrito en letras de oro, aparecerá en las más sublimes publicaciones dedicadas a las bellas artes de la cocina. Pero si fracasa, y estos paladares exquisitos no dan su aprobación, su nombre quedará relegado al olvido y su persona, condenada a ostracismo, no será vista más entre nosotros.

Nada que temer futuros jefes de cocina, Mlle. Innocent se preocupa por ustedes, sus consejos son un tesoro que han de albergar en su pecho, si los poseen, la abundancia y la prosperidad jamás les darán de lado.

¡Ganen toda esperanza los que entren en el restaurante de Mademoiselle Innocent!

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CONSEJO 1º
ACTÚEN SIEMPRE CON ENTUSIASMO EN EL RESTAURANTE

Han de tener presente que el entusiasmo no es otra cosa que la manifestación de nuestra energía psíquica interior, una energía que deben aprender a conocer y controlar, si la proyectan adecuadamente sobre sus guisos el éxito estará garantizado. Aprendiendo a usar correctamente este enorme potencial – que se encuentra en todos nosotros – la energía que vuelquen en sus platos pasará a sus clientes, afectando positivamente a su estado de ánimo y éstos sabrán apreciar su talento.

Evidentemente no siempre se incorporarán a su puesto de trabajo en los estados emocionales más productivos – somos conscientes de ello –, pero no se preocupen. No importa lo que hagan ni las circunstancias en las que se encuentren, trabajen siempre con entusiasmo – o fínjanlo –. El buen cocinero ha de ser un entusiasta – o parecerlo – concentren toda su energía en la tarea, alborócense en ella, relájense y vacíen sus mentes, los resultados les sorprenderán. Y recuerden: entreguen siempre a los pinches los platos con una amplia sonrisa en el rostro.

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CONSEJO 2º
SEAN CONSTANTES EN EL APRENDIZAJE DE NUESTRO SISTEMA

Somos conscientes del alto nivel de exigencia al que deben responder nuestros cocineros, pero no se sientan desanimados antes de empezar, ustedes lograrán llegar al ritmo exhortado si son constantes. Únicamente necesitan perseverancia.

Habrá días que estén hasta a la coronilla: la cocina estará hasta arriba de pedidos, el marmitón remoloneará, el jefe de cocina les dará varias órdenes a un mismo tiempo, no encontrarán tal ingrediente… Serán precisamente estos momentos los que pongan a prueba su entusiasmo. Perseveren, sigan adelante, Press on! ninguna eventualidad por aciaga que sea debe separarlos de su meta.

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CONSEJO 3º
CUMPLAN SIEMPRE CON SU DEBER EN COCINA

Afortunadamente en casi todas las situaciones que vivan en cocina estará claro lo que está bien y lo que está mal. Habrá veces – es cierto – en las que puedan existir dudas, en tal caso realicen la opción que su conciencia les dicte correcta ¡y olvídense de los resultados!

Obviamente en el restaurante lo importante es el resultado: hay que estar a la altura, satisfacer al consumidor, ofrecerle el producto adecuado y al mejor precio, etc. Pero a nivel personal ¡no se obsesionen con el resultado! Recuerden que tienen la confianza de Mlle. Innocent. Sean entusiastas y constantes, den siempre lo mejor de sí mismos y el resultado vendrá por añadidura. Sin titubear, lancen la piedra y escondan la mano, porque ésta llegará al lugar adecuado si sus decisiones han sido las correctas. Estén seguros.

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CONSEJO 4º
NO PRE-OCUPARSE DURANTE LAS LABORES

Si ustedes en el restaurante utilizan únicamente estos tres primeros consejos, ¡van a ser los líderes! Pues, qué pocas personas nos cruzamos que sean entusiastas, constantes y que siempre hagan lo que deben… Pero hay un cuarto consejo a tener en cuenta para sobrevivir en este negocio y que es asimismo importante: no se preocupen. No se preocupen nunca por nada. ¿Cual es el sentido exacto de esta afirmación tan desconcertante aparentemente? No entiendan por ello que queremos decirles que sean ustedes unos irresponsables, ni muchísimo menos. Preocuparse significa exactamente lo que indica el término: ocuparse de algo indebidamente, antes de tiempo. Cuando ustedes estén entre hornos y sartenes ocúpense exclusivamente de su tarea, dejen la mente en blanco, enfoquen toda su energía psíquica hacia la cocción y el condimento de salsas. ¡Olviden todo lo demás en ese momento! ¡En mi cocina no entran sus problemas! Cuando estén trabajando no se preocupen, todo irá bien.

Llegados a este punto permítannos recomendarles algo de lectura: How to Stop Worrying and Start Living de Darle Carnegie. Es una publicación deliciosamente americana, ágil y también muy divertida. Estamos seguros de que disfrutarán del libro tanto como nosotros.

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CONSEJO 5º
EN NUESTRO COSMOPOLITA AMBIENTE DEBEN DOMINAR DIFERENTES IDIOMAS

Este quinto consejo es para que ustedes multipliquen sus habilidades de comunicación y favorecer su enriquecimiento personal. Cuando han adquirido ya un cierto nivel de capacidades culinarias, conocen un gran número de recetas tradicionales o modernas, se manejan con soltura entre fogones y creen que el arte cisoria no tiene misterios para ustedes ¡están a punto de perderse! Se enfrentan a un riesgo mortal, encerrarse en su pequeña concha y caer en la rutina de preparar sin cuidado los mismos entremeses un día tras otro. Han llegado a un momento decisivo en la carrera de todo chef, el momento en que se dilucida si serán cocineros de renombre que pasearán altivos por el Gran Mundo o caerán en el amaneramiento y la vagancia, quedando relegados a simples guisanderos de provincias.

Es necesario tomar medidas, hacerse conscientes de su insignificancia. Preguntarán que ¿cómo pueden alcanzar la correcta perspectiva y situarse por encima de su miserable localismo? Sencillo, y este es nuestro quinto consejo: aprendan idiomas. Es esencial para trabajar con nosotros que hablen distintas lenguas, y sobre todo una: el inglés. En la lengua de Shakespeare encontrarán los mejores libros de recetas y leerán las reseñas de los más celebérrimos críticos culinarios, aquellos de los cuales depende su fama. No lo olviden.

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CONSEJO 6º
ESTÉN AL TANTO DE LO QUE OCURRE EN EL MUNDO

Nuestro establecimiento es un restaurante internacional frecuentado por gentes de todos los rincones del globo. Así, relacionado con el anterior consejo viene nuestra sexta recomendación: deben estar al tanto de lo que ocurre en el mundo ¡no sean asnos!

Todos los días hay que leer la prensa y sobre todo prensa extranjera, ¡ensanchen su mente! Mlle. Innocent ha redactado para ustedes una variada lista con las revistas y periódicos más interesantes – huyendo de publicaciones sesgadas ideológicamente –, lecturas útiles que les ayudarán a formarse una opinión verdadera sobre los asuntos de mayor relevancia y actualidad. De este modo evitarán caer en el pobre localismo de los fracasados, aquellos que piensan que el mundo se limita a su triste vida cotidiana. Y nada hay más falso que eso. Si siguen este consejo los clientes tendrán un alto concepto de ustedes.

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CONSEJO 7º
MANTENGAN EQUILÁTERO EL TRIÁNGULO DE LA FELICIDAD

Trabajo. Familia y Amistad. Cultura. Todo ser humano desarrolla su existencia en estas tres facetas. Nuestro séptimo consejo es que alimenten armónicamente estos tres principios para obtener el óptimo equilibrio psicobiológico. Pasen un tercio de su vida en el trabajo y otro tercio con familia y amigos, o practicando algún hobby enriquecedor, ¿no les gustaría aprender a pintar? – sepan que Mlle. Innocent es una amante del arte, nada hay que le guste más que embelesarse ante una obra bella –. Cuando la armonía reina entre las tres esferas de la condición humana, éstas se configuran formando un triángulo equilátero, el triángulo de la armonía. Si logran la estabilidad geométrica de la figura – visualícenla mentalmente – conseguirán una vida repleta de felicidad. Por el contrario, si olvidan desarrollar alguna de estas facetas, su triángulo se desequilibrará pudiendo provocarles serias complicaciones económico–emocionales.

*Nota: Hay un grupo de ustedes, concretamente las mujeres candidatas a cocineras, que lo tenéis un poquito más difícil que vuestros compañeros varones. En la vida moderna a la mujer parece que se le exige ser superwoman: tiene que ser una excelente profesional, una amante sobresaliente y la mejor madre. ¡Esto es imposible y esquizofrénico! Existen por todas partes tentaciones que os empujan y obligan a que triunféis profesionalmente, minusvalorando a nivel social el trabajo doméstico. Para muchas de vosotras será una opción legítima renunciar a la vida familiar por una carrera profesional, es una decisión personal en la que no deseamos inmiscuirnos – pero sí esperamos que a la hora de tomar la decisión conozcáis claramente los costes en los que incurrís –.

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CONSEJO 8º
APROVECHE SU ESTANCIA CON NOSOTROS PARA DESARROLLAR SU FUNCIÓN EMPRESARIAL

Aunque Mlle. Innocent les aprecia no pueden pasarse toda la vida bajo su falda; en nuestro restaurante esperamos ofrecerles los medios para que maduren, rompan el cascarón y se conviertan en individuos autosuficientes. Nada nos congratula más que la despedida de un pupilo triunfante: aquel que expande nuestro modelo y funda su propia franquicia – también ella comenzó así –. Por eso, el octavo consejo es que aprovechen el tiempo que estén con nosotros para desarrollar su función empresarial: la capacidad de estar siempre vigilantes y captar en el acto cualquier oportunidad de ganancia que surja a su alrededor y aprovecharla.

Toda la vida social gira en torno a la función empresarial. De nada sirve que sean entusiastas, constantes, cumplidores en el deber, que no se preocupen indebidamente, que tengan un alto nivel de conocimientos de idiomas, que estén al tanto de los temas de actualidad y que sean personas equilibradas… si llega una oportunidad y como idiotas se quedan paralizados y la dejan escapar. Deben ser perspicaces mis jóvenes cocineros, es seguro que si movilizan toda su vida en función de un fin saldrán múltiples oportunidades de negocio, ¡como hongos debajo de las piedras! Ustedes tendrán que estar ahí y aprovecharlas. Al fin y al cabo únicamente tendrán éxito en la vida si son buenos empresarios.

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CONSEJO 9º
POR FAVOR TENGAN ESPÍRITU CRÍTICO

Nuestro consejo número nueve es que conserven siempre su espíritu crítico ¿Y qué significa tener espíritu crítico? Pues que no se dejen llevar, que no sean ustedes ovejitas manipuladas. Se convoca una manifestación en contra de los transgénicos y venga todos a la manifestación… ¡Que no, señores! Son ustedes nuestros futuros cocineros, alguno además un futuro jefe de cocinas quizás o un flamante futuro propietario de una franquicia. ¿Quién sabe? Tienen ustedes capacidad de sobra para volar por sí mismos y no necesitar a nadie.

Qué penoso salir del restaurante, formar parte de esa masa silenciosa y dejarse embaucar. Nosotros les decimos que se cuestionen todo lo que otros les digan o les muestren. Sométanlo a un análisis crítico bajo la luz de sus fuertes convicciones. Se darán cuenta de que la mayor parte de las verdades oficiales son mentira, que la manipulación campa por todos lados, que buscan acorralarles y sumirles en el desconcierto. ¡No le presten oídos! Si hay algo que verdaderamente podemos darles aquí es el desarrollo de ese espíritu crítico que necesitan. Avancen con la mayor seguridad, con la mayor tranquilidad, todos los demás están manipulados.

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CONSEJO 10º
TENGAN SIEMPRE UN COMPORTAMIENTO SERIO Y ÉTICO, O SIGAN ADELANTE

Qué pasa si a pesar de querer tener siempre un comportamiento serio y ético, excelente en todos los ámbitos de nuestras vida y que fortalezca nuestro triángulo equilátero de la armonía, caemos. Porque podemos caer hermanos… A fin de cuentas, como Mademoiselle Innocent afirma, todos estamos hechos de la pasta humana y ésta es débil – lo sabemos –. Pero escúchennos atentamente jóvenes cocineros, porque este es nuestro último y más importante consejo:

Si en alguna circunstancia no están ustedes a la altura de los acontecimientos, y si cometen ustedes errores – errores graves –, si su comportamiento no es serio y ético en alguna circunstancia, si se comportan ante los ojos de los demás o de su consciencia de una forma inmoral, inadecuada o lasciva ¿Qué deben hacer? Pues muy sencillo. Lo primero es reconocer el error, incluso repararlo si es posible, y tras ello – no hay más alternativa – ¡deben seguir adelante! Resurgir de sus cenizas cual ave fénix y continuar. Ésta es la fórmula de asumir su propia naturaleza y sobrevivir, impasibles, a pesar de sí mismos.

Y esto es todo mis jóvenes cocineros, les agradezco sinceramente la atención prestada y les deseo lo mejor.

Muchas gracias.

Firma Mademoiselle Innocent

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El Restaurante de Mademoiselle Innocent es un proyecto de Carlos G. de Castro para la Web nowwwh

lunes, 24 de octubre de 2011

Apunte: Las revoluciones zombi, guerrillas reaccionarias y guerras corporativas. Un nuevo perfil bélico en siglo XXI

Un grupo de rebeldes posa junto al cadáver de Muamar Gadafi.
Durante el siglo XX se forjó una iconografía de La Revolución. En nuestra memoria colectiva se suceden bolcheviques tomando el Palacio de Invierno, soldados comunistas chinos caminando la Larga Marcha, milicianos españoles defendiendo el Valle del Jarama, partisanos italianos luchando contra el Eje a las puertas de la República de Saló, Stjepan Filipović en el patíbulo gritando ¡Muerte al fascismo, libertad al pueblo!, guerrilleros latinoamericanos agazapados en selvas, el Che, las milicias del Vietcong surgiendo de la nada en pleno monzón...

Imágenes todas ellas de un tiempo perdido, la modernidad, que tras la caída del muro pasó para siempre. Un tiempo que, sin embargo, en la postmodernidad ha servido para generar una estética del relato revolucionario donde éste ha dejado de ser una herramienta de liberación para convertirse en una herramienta de dominio. La estética revolucionaria, cuidadosamente deconstruída y vaciada de su contenido original, se ha desplazado - por un acto apropiacionista -, desde el espacio de la resistencia al espacio del poder. El nuevo relato revolucionario es un standard repetible en cualquier tiempo y lugar donde sea requerido tumbar un gobierno, una plantilla que sólo necesita de unos pocos elementos: un puñado de "rebeldes" – a poder ser barbudos desaliñados ataviados de ropas militares y fusiles automáticos -,  algunos extras que los jaleen, unas banderas, un par de discursos de lata aliñados con ecos de revoluciones pasadas y una cobertura mediática goebbeliana. Hijas de la castración revolucionaria y el triunfo del capitalismo corporativista a nivel global, nuestro tiempo ha visto "nacer" las revoluciones zombis, perversos epílogos de un mundo que pudo ser pero no fue, y que sólo sobrevive como marioneta bajo los hilos de su enemigo. Por ello, de ahora en adelante deberemos ser precavidos y sospechar de cualquier movimiento "libertador" que presente rasgos estéticos similares a los tradicionalmente atribuidos a "los rebeldes", porque en el tiempo actual la estética de la guerrilla es la cortina tras la que se esconden las guerras corporativas, idiosincrasia última del belicismo contemporáneo.

El Coronel Muamar Gadafi, tirano de los libios, ha sido asesinado este pasado 20 de octubre por una banda de mercenarios a sueldo de las multinacionales petroleras, que con dinero privado y público han protagonizado una guerra por el oro negro. Inversión que sin duda verán - las corporaciones, que no los Estados - rentabilizada a corto o medio plazo. Así, mientras Libia se sume en las tinieblas de la división - y ahora sí, quizás, la guerra verdadera -, el capitalismo internacional extraerá de pozos defendidos por ejércitos privados el ansiado crudo que Gadafi les tenía vetado, y con el que sin duda el déspota costeaba sus caras excentricidades.

Lejos - cercenado - queda ya el tiempo en el que el Coronel era recibido por todos los líderes mundiales. Hasta ayer, un Gadafi arrepentido de sus impulsos terroristas se paseaba alegre y seguro por las cortes occidentales cargado de regalos y lujo oriental. Pero el voraz consumo energético tiene sus exigencias, la máquina capitalista no se detiene, y el Coronel, viejo fósil de un mundo que ya no existe, tenía las horas contadas... La rueda de la guerra se puso en marcha y bajo el paraguas de la falsa guerra civil, que los medios han construido para una desinteresa opinión pública - con permiso de la ONU y bajo tutela de un Premio Nobel de la Paz - el poder del dinero decidió que el tiempo del Coronel había terminado.

¿Pero por qué no atacar a Libia directamente como en el caso de Irak y crear toda una falsa guerrilla para una revolución zombi? Quizás porque las corporaciones capitalistas, ideólogas de esta guerra, no son un poder legítimo y ávidas de legetimidad recurren a las instituciones que aún poseen prestigio ante la opinión pública: la democracia liberal - representada por el binomio OTAN/ONU - y - curiosamente - el relato revolucionario, viejo enemigo de la democracia liberal.

El "brigadista" norteamericano Chis Jeon
en una escena de la Guerra de Libia
No hace falta decier que el uso de fuerzas de falsa bandera y el camuflaje de intereses exógenos bajo la apariencia de intereses endógenos no es nada nuevo. La revolución zombi, que en Libia tiene el máximo y más patético exponente conocido hasta la fecha, es un artificio largamente gestado. De este modo, sucesos tales como el intento de desembarco en Playa Girón por un grupo de exiliados cubanos financiados y entrenados por EE.UU., el asesinato y golpe de estado contra Salvador Allende o la guerra de Irak so pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva, son los precedentes cronológicos del simulacro que ha sido la guerra libanesa. Pero a diferencia de los hechos anteriores, en los que el poder capitalista mundial intervenía de forma más o menos abierta en determinados lugares, en el caso de Libia se ha montado todo un relato revolucionario, directamente arraigado en el ideal de las guerrillas comunistas de los cincuenta y sesenta, y se ha ofrecido una cobertura mediática diferente desde todo punto de vista. De cara al público se ha querido vender – afortunadamente con bastante poco éxito – la existencia de un verdadero movimiento de liberación y de unos bravos rebeldes que con entrega luchaban para liberar a los libios de la tiranía del coronel. Una película aderezada con anécdotas curiosas como la presencia, más mediática que real, del brigadista Chis Jeon, un americano que partió al norte de África a luchar con los rebeldes “porque molaba”.

Llegados a este punto cabría preguntarse si el fenómeno de la revolución zombi: la guerra imperialista desencadenada por intereses comerciales escondida tras la cortina del relato revolucionario tradicional; viene para quedarse o no. Realmente hay muchos elementos que la delatan, para empezar una curiosa falta de imágenes de los acontecimientos que el cuerpo de Gadafi no logra llenar, la ausencia de portavoces reconocibles – y de discurso – o la inexistencia de grandes masas en movimiento, como demuestra el hecho de que las calles de Trípoli no se hayan abarrotado celebrando la “liberación” - tampoco se abarrotó la plaza donde los americanos derribaron en directo la famosa escultura de Saddam Hussein, tras el inicio de la ocupación -. Pero, por otra parte, el éxito conseguido y la carencia de un movimiento ciudadano contrario a la Guerra de Libia en Occidente, pueden hacer atractiva la idea de la revolución zombi a los ojos de los poderes económicos, quienes tras la guerra de Irak dilapidaron gran parte de la legitimidad de la democracia liberal.

Paradógicamente el relato revolucionario puede haberse convertido en un nuevo filón de legitimidad para el corporativismo internacional, ofreciendo un medio con el que continuar sosteniendo sus guerras por el control de los recursos naturales del planeta. Y todo esto en un momento en que las democracias se encuentra en horas bajas, acosadas en todo el globo por movilizaciones multitudinarias.

La guerrilla es ahora reaccionaria.

24/10/11 · Carlos G. de Castro · NOTON