jueves, 19 de marzo de 2009

Lenguajes artísticos y conciencia política. COLECTIVO DAÑOS COLATERALES

JUEVES 19 DE MARZO DE 2009. NÚMERO 98

Daños Colaterales es un colectivo de artistas que ha decidido hacer de sus obras dardos envenenados contra el consenso y el olvido. Bajo la forma de piezas artísticas, sus trabajos introducen candentes cuestiones de actualidad política.

‘¡VISITE NUESTRO BAR!’ pone de manifiesto el apoyo de determinadas marcas al régimen franquista / Daños Colaterales


Daños Colaterales es un colectivo madrileño fundado en 2007 por María González y Mariano López, artistas formados en la Facultad de Bellas Artes de Aranjuez. Con ellos han colaborado activamente los profesores universitarios Laura de la Colina y Daniel Villegas. El colectivo basa su actuación en el desarrollo de proyectos artísticos donde arte y política formen parte del mismo mecanismo de reflexión. Su trabajo consiste en la creación de piezas que introduzcan mensajes disonantes en la sociedad a través de los sistemas de difusión del arte, favoreciendo la aparición de una conciencia crítica.
A lo largo del año y medio que llevan funcionando como colectivo han realizado una decena de piezas, de las cuales destacan, entre otras, Tierra prometida, Madrid, ¡hagámosle inexpugnable! y ¡Visite nuestro bar! Tierra prometida, presentada en diciembre de 2007 en el Espacio F del mercado de Fuencarral, consistía en la instalación de un juego de mesa. La partida comenzaba cuando tres jugadores, uno por cada nacionalidad implicada en el conflicto de Oriente Medio (palestino, israelí o estadounidense), ocupaban su lugar.
La pieza pone de manifiesto el carácter tácito del conflicto palestino, ofreciendo al visitante la posibilidad de participar en un juego sin objetivo, donde habrá de matar continuamente al otro por un territorio que jamás controlará totalmente. En definitiva, de una manera sutil resalta la maquiavélica dinámica de los hechos; mientras haya personas dispuestas a adoptar una identidad nacional, el conflicto continuará. Al mismo tiempo, el juego recrea el cinismo de Occidente, para quien el conflicto, retransmitido todos los días por televisión, queda reducido a la simple categoría de espectáculo.
Madrid, ¡hagámosle inexpugnable!, creada en febrero de 2008, fue una pieza diseñada para participar en la muestra itinerante ‘Psico geografías, espacio y memoria’, una exposición que durante todo 2008 recorrió muchos de los pueblos de la periferia de Madrid y que estaba comisariada por Juan Antonio Álvarez Reyes. La pieza se presentó como una instalación en la que se mostraban objetos de souvenir disponibles para su venta, objetos que eran carteles modificados de la Guerra Civil.
Lo interesante es que cada uno de ellos mostraba dos fechas inscritas en un triángulo a modo de logo comercial; la primera, el momento en que fueron invadidos por las fuerzas golpistas; la segunda es la fecha en que se construyó el primer centro comercial en la localidad. De este modo se plantea una analogía entre la invasión fascista y la expansión consumista. Durante la guerra, los pueblos de la periferia lucharon contra las tropas de Franco por mantener su identidad y libertad ideológica.
Hoy, aunque nadie luche por ellas, la expansión de los centros comerciales en estos mismos pueblos supone una nueva amenaza para esa identidad y libertad de conciencia. ¡Visite nuestro bar! fue una instalación que Daños Colaterales presentó en la exposición ‘Creador de Dueños’, una muestra comisariada por Pablo España e Iván López, del Colectivo Democracia, realizada en Madrid de mayo a junio de 2008.
La pieza consistía en la preparación de un catering muy especial. Con sumo cuidado, el colectivo seleccionó productos de multitud de empresas españolas en activo, que tras la victoria fascista del ‘39 habían agasajado a los triunfadores desde su publicidad. Se realizó entonces un trabajo de sustitución de las etiquetas contemporáneas por las de la época.
Con esta sustitución quedaba explícito el apoyo de determinadas empresas al régimen franquista, resaltando al mismo tiempo las posturas ideológicas que esconden ciertas marcas de consumo habituales. ¡Visite nuestro bar! invita al espectador a reflexionar sobre estos hechos y la conveniencia o no de degustar dichos productos.
Quizás lo más interesante de este colectivo sea el uso de herramientas estéticas para, desde las trincheras del arte, lanzar dardos contra las cortinas de humo levantadas por los medios masivos. Daños Colaterales es un buen ejemplo de que el arte tiene mucho que decir en el mundo de la política y en la sociedad. Los lenguajes artísticos pueden ser un poderoso medio para ganar la lucha por la libertad de conciencia sin renunciar a sus principios estéticos, es decir, siendo arte y no propaganda. 


carlos g. de castro