martes, 25 de enero de 2011

La Estrella Invitada, literatura en hibridación

Originalmente en Sevilla Actualidad


La noche del pasado viernes, en el local de la librería La Fuga, tuvo lugar la presentación del libro La Estrella Invitada, una colección de relatos firmados por la gaditana Fátima Vila.

Cuando en la quietud del pretérito cielo de la Antigua China un cuerpo celeste hacía aparición de forma inesperada, con minucioso esmero, sabios astrólogos, se apresuraban en recoger dicho acontecimiento para los inabarcables registros imperiales. El suceso recibía el nombre de kexing: estrella invitada. Puede que las interpretaciones simbólicas de aquellos eruditos no tengan cabida ya en un mundo cientifista como el nuestro, pero el conspicuo archivo que generaron permite a los astrónomos de hoy, con sorprendente precisión, datar el momento exacto en que hizo explosión una supernova, un meteorito atravesó silbando la estratosfera o recibimos la visita fugaz de un cometa.

Una estrella invitada es también, en los tiempos espectaculares que nos han tocado vivir, la celebridad que tiene a bien intervenir, de forma momentánea, en un evento mediático protagonizado por otro miembro de la constelación de los que, entre el común de los mortales, han sido elevados – o descendidos – a la categoría de “famosos”, en cualquiera de sus variantes.

Y además de todo esto, La estrella invitada es el título escogido por la periodista gaditana Fátima Vila para su primer libro. Un compendio de relatos que, mimetizando la estructura de una bitácora digital, incluye tras cada historia un espacio con comentarios de supuestos internautas quienes, a modo de estrellas invitadas chinas, aportan nuevos significados al universo de la narración o, como en el caso de las celebridades massmediáticas, acaparan en ocasiones más protagonismo que las propias historias.

Para Manuel Pedraz, nuestro Cicerone durante la presentación en La Fuga, La estrella invitada supone un acercamiento al mundo interior de esta joven autora, quién, a través de la ficción, nos muestra un tapiz de historias imbricadas que reflejan los anhelos y temores de una generación próxima a relevar a su predecesora en los puestos de responsabilidad social y que, sin embargo, se muestra confundida y desorientada. Una generación, que si bien creció en una opulencia material sin precedentes en la historia de España, se ve hostigada por una fuerte presión desde esa misma sociedad que la cubrió de objetos en su niñez y que ahora la reifica condenándola a una rutina acibarada. Reificación que en el caso de la mujer es aún más palpable – el punto de vista de género será una constante en los relatos de Vila –, teniendo que compaginar sus papeles de trabajadora, madre y amante de forma simultánea. “Se nos pide mucho, ser bellas, fuertes, independientes, justas (…) al final nos conformamos con parecerlo”, afirmaba Fátima Vila durante el acto, sacando a relucir otro de los leitmotiv del libro: la mentira, la máscara, el disimulo como herramienta defensiva ante un mundo que se vuelve hostil.

La estrella invitada comienza a fraguarse en 2008 cuando la autora recibe un sorprendente regalo, un blog, que bajo el título Una boquita prestá iba a convertirse en el pretexto perfecto para dedicar algunas horas semanales a la escritura. Con el tiempo, esta actividad en el ciberespacio generó un concurrido grupo de seguidores quienes recibían ansiosos cada nuevo post de Fátima y en la ficción literaria vendrían a ser el hilo conductor de la narración.

En cuanto a la estructura del libro, el imitar una forma propia de una publicación digital es paradigmático del momento de transición en que nos encontramos, en el cual, las transferencias de los nuevos medios a los medios tradicionales son una constante – para bien o para mal –, corriendo el riesgo de caer en una suerte de eclecticismo formal si la hibridación no es completada. En todo caso, publicaciones como la de Fátima son un síntoma de la fusión intermedial en la que estamos inmersos, que en la esfera de la literatura necesitará aún de más tiempo para comprobar si es un proceso en consolidación o una moda pasajera. Después de todo, el universo blogs se encuentra aún en minoría de edad, y en el futuro, probablemente, la tendencia generalizada sea a la creación de plataformas de participación colectiva tipo wikis – o una evolución de las mismas – que irán sustituyendo, paulatinamente, a las bitácoras personales como estrellas del ciberespacio.


“Tengo gran esperanza en las pequeñas editoriales”

Tras la concurrida presentación pudimos charlar unos instantes con la escritora sobre su obra, las posibilidades que Internet ofrece a los nuevos narradores y la polémica Ley Sinde, arquetipo de la dramática lucha entre las Erinias del modelo agonizante del autor individual y el Orestes de la creación colectiva.

Sevilla Actualidad. - ¿Cual es el leitmotiv de La Estrella Invitada?

Fátima Vila. - Posiblemente sean las relaciones humanas, sus dificultades... Nunca decimos lo que pensamos, el lenguaje es en sí mismo una máscara, intentamos siempre hacernos un traje a medida y es precisamente en el ciberespacio donde esta posibilidad resulta más evidente.

SA. - ¿Qué posibilidades ofrece la blogosfera?

FV. - Actualmente conseguir editar y distribuir es muy difícil, un blog evita la complicada dinámica editorial y te permite la posibilidad de llegar directamente a la gente. Los nuevos medios son una ventana; hoy en día no toda la literatura está escrita en papel, en la Red hay muy buena literatura. Mi caso no es el primero de blogger que salta al papel.

SA. - ¿De qué vive un escritor en la actualidad?

FV. - Dice Felix J. Palma que “el escritor se conforma con vivir de los aledaños de la literatura”. Para mantenerte tienes que colaborar en prensa y buscar otros complementos, es la única manera. Es muy difícil entrar en el mercado.

SA. - Internet es todo un desafío para los creadores culturales de hoy. ¿Cómo valoras la polémica en torno a la ley Sinde? ¿Dónde ves el futuro del sector cultural?

FV. - En realidad la Ley Sinde defiende los intereses de una minoría de creadores pero no representa el panorama de la cultura en su totalidad. Internet ha desbordado al sistema y es absurdo tratar de impedir los cambios como pretenden. Estamos viendo que los nuevos creadores viven del directo, es el caso de gente como los Arctic Monkeys, quienes se han adaptado bien al nuevo contexto. El mercado ha cambiado y los grandes dinosaurios no quieren perder el pastel, sin embargo es momento de hacer las cosas de otra manera. Tengo gran esperanza en las pequeñas editoriales.

Más Info:

Fátima Vila es periodista y blogger, su bitácora personal es http://unaboquitapresta.blogspot.com/

La Fuga es una librería a la vez que plataforma de encuentro y acción social. Está situada en la C/ Conde de Torrejón, nº 4. Si quieres saber más visita http://www.nodo50.org/lafuga/

carlos g. de castro

martes, 18 de enero de 2011

Memoria en construcción, la identidad andaluza desde el arte contemporáneo

PUBLICADO EN SEVILLA ACTUALIDAD
Martes 18 de enero de 2011



En la Cámara de Comercio de Sevilla, histórico edificio enclavado en la zona medieval de la ciudad, tuvo lugar el pasado viernes una mesa redonda que, bajo el título Desmemorias e irreverencias en el arte actual, pretendía impulsar el debate entorno al papel desempeñado por el arte contemporáneo a la hora de construir la memoria e identidad andaluza.

El evento, de la mano de la investigadora del Centro de Estudios Andaluces Elena Sacchetti, sirvió además para presentar el libro Identidades sociales y memorias colectivas, en el arte contemporáneo andaluz. Un proyecto editorial colectivo coordinado por la propia Sacchetti en colaboración con el poeta experimental Fernando Millán, el comisario de exposiciones Juan Ramón Barbancho y el director del Centro Andaluz de las Artes (CAS) Jesús Alcaide; quienes, a través de la obra de artistas como: Rogelio López Cuenca, el dúo MP&MP Rosado, Cristina Lucas, Pilar Albarracín o Miguel Bencholl, se aproximan a la creación actual meridional desde su identificación como lugar privilegiado para la reflexión y la crítica de los procesos que dan lugar a la memoria, la historia y la identidad comunitaria. Procesos que, en último término, son siempre artificiales.

Con algo de retraso comenzó la mesa redonda programada para las seis de la tarde. En primer lugar, el dúo artístico formado por los gemelos MP&MP Rosado ofreció una exposición del trabajo realizado por ambos entre los años 2002 y 2010, a través de la cual pudimos observar la evolución de su obra desde la búsqueda de la identidad personal, ¿quién soy?, hasta la búsqueda de la identidad colectiva, ¿quiénes somos?

A continuación tomó la palabra Fermando Millán, quién para el citado libro ha escrito un texto sobre la artista María AA y la relación del arte de acción con los modos de vida del Sur. El poeta experimental inició su intervención con una pregunta fundamental: ¿Andalucía existe? Para después trazar un recorrido histórico de la evolución cultural del meridión de la Península Ibérica, presentando la zona que comprende el valle del Guadalquivir, como uno de los lugares del planeta más devastados por los enfrentamientos interculturales. Desde su perspectiva, violentando el punto de vista oficialista, el mestizaje no fue ni mucho menos la tónica dominante en la región, al hablar de relaciones culturales en Andalucía la dinámica general fue la represión, acentúandose ésta tras la Contrarreforma, que sumergió en el atraso a todo el Universo Católico. Millán recordó durante su ponencia, la sistemática persecución de la intelectualidad judía y la quema de libros, algo que para el poeta ha impedido el desarrollo de una verdadera clase intelectual en la región desde el inicio de la modernidad, pues “desde Felipe II, Andalucía ha estado gobernada por la ultra derecha”. Concluyendo que todo aquel andaluz, salvo honrosas excepciones, que ha querido hacer cultura ha debido emigrar en algún momento de su vida y que por lo tanto hablar de una cultura o una identidad genuinamente andaluza es entrar en el terreno de la ficción.

Tras Fernando Millán, llegó el turno del artista Miguel Bencholl quién, a través de la presentación de su trabajo, cuestionó el papel del género sexual en la construcción de la identidad individual. Las performances de Belloch plantean una constante lucha por escapar del terreno delimitado por la identidad sexual. El artista desnuda su cuerpo y arrojando las ropas que lo encasillan en diferentes estereotipos, reivindica su derecho a “no estar impreso” y a construir su identidad desde su propia subjetividad “para vivir”.

Miguel Bencholl cerró la mesa redonda y tras una breve pausa, en la que se realizaron algunas preguntas – no muchas para ser honestos y eso que el tema daba para debatir largo y tendido –, se reanudó el acto con la presentación del libro, tomando la palabra Elena Sacchetti, Juan Ramón Barbancho y Jesús Alcaide. En esta parte final, se insistió en las ideas presentadas en el debate anterior y su manifestación en la publicación impresa. Al tiempo que, se presentaron las líneas principales de investigación y el criterio seguido a la hora de la selección de los artistas, buscando siempre que fueran representativos dentro del contexto andaluz y orientando la investigación hacia la construcción identitaria.

Identidades sociales y memorias colectivas, en el arte contemporáneo andaluz recupera el interés de la crítica y de los especialistas por el arte andaluz actual. Un espacio, por desgracia, poco presente en el ámbito de la investigación y al cual, este libro, pretende poner nuevamente en valor. Habrá que leerlo.

carlos g. de castro

lunes, 10 de enero de 2011

Un universo electromagnético en constante tensión

PUBLICADO EN SEVILLA ACTUALIDAD
Martes 11 de enero de 2011

Stephan Mathieu y Carolina Mikalef durante la sesión en Intr:Muros

La noche del primer viernes de enero se presentó lluviosa. A las nueve, hora fijada para el inicio de la sesión de Stephan Mathieu y Carolina Mikalef en Intr:Muros, un concurrido grupo de asistentes se agolpaba en las puertas del local cigarrillo en mano, secuela de la recién estrenada “ley seca” y miraba al cielo con estupor, mientras los más rezagados se daban prisa por atravesar la Plaza del Pumarejo.

No se les hizo esperar, la performance comenzó con puntualidad y la música electroacústica ocultó el incipiente estrépito del chaparrón que en el exterior arreciaba. Los adictos a la nicotina se habían librado por los pelos.

Se apagaron las luces al tiempo que los últimos, algo mojados, ocupaban un lugar de pie y en los laterales. El resto del público estaba sentado frente a los intérpretes, quienes se habían instalado en una pequeña mesa a los pies del local, dejando tras de sí una amplia pared blanca dónde se proyectarían la fantasía visual que iba a acompañar a la actuación musical.

La sesión constaba de una única pieza de la serie Constellations: Black, una combinación de experimentaciones lumínicas y sonoras de aproximadamente cuarenta minutos de duración. En el transcurso de la misma, Mathieu y su compañera Mikalef, utilizaron una serie de electroimanes para generar una vibración continua sobre las cuerdas de un instrumento tradicional; expandiendo de este modo el sonido del instrumento y ofreciendo al público sonoridades ricas en armónicos sostenidas a través de campos magnéticos. Un trabajo muy minimalista que coloca en primer plano las dos dimensiones básicas del sonido: amplitud y frecuencia, generando un universo eléctromagnético en constante tensión, una pugna entre las diferentes frecuencias por ocupar el lugar protagonista. Las frecuencias, que aparecían en escena a volúmenes bajos iban ascendiendo progresivamente hasta la cumbre, para, una vez alcanzado el zenit, verse ineludiblemente sustituidas por otras y desaparecer del campo acústico de los presentes.

Tras la mesa ocupada por la pareja de artistas, imágenes en movimiento se afanaban por captar nuestra atención. Se trataba de amorfas manchas de luz – normalmente blancas -, que se expandían y retraían en constante pulsión. El efecto, que a veces recordaba, por su grado de abstracción, al trabajo de Mark Rothko, era similar y solidario con lo acontecido en las ondas, si bien es cierto que con una diferencia fundamental: mientras lo sonoro era en vivo, lo visual era grabado. Esta secuencia de imágenes tan básicas lograba reducir a la mínima expresión la práctica cinematográfica, consiguiendo la ilusión de movimiento al oponer distintas intensidades lumínicas, procedentes de una pequeña linterna, captadas por un juego de lentes Carl Zeiss. La variedad de intensidad iba desde la máxima cantidad de luz, manifestada en un potente blanco, hasta la desaparición completa de luz que da lugar a la oscuridad más absoluta al final de la sesión, Black.

Una vez que la pared quedó en negro, estalló el aplauso general del público. Parte de él permaneció aún un tiempo en el local compartiendo la experiencia y esperando que escampara; otra haciendo acopio de valentía, se entregó a las pedregosas calles del barrio y se alejó, silenciada por la lluvia, de Intr:Muros, un espacio que día a día se está convirtiendo en referente para los amantes de la música experimental y el arte sonoro en Sevilla. Que no son pocos, como quedó demostrado.

carlos g. de castro




Más Info:


Para conocer a los artistas visita http://www.bitsteam.de
El Laboratorio Intr:Muros es un espacio dedicado al arte sonoro y la música experimental. Está situado en Calle Aniceto Sáenz, 2 (junto a la Plaza del Pumarejo) Puedes conocer sus actividades en http://laboratoriointrmuros.blogspot.com/
Imágen y vídeo proporcionados por María AA.