Tú eres para mi la noche
porque me traes las tinieblas.
Pero una noche sin luna,
llenita de sombras negras.
Tú eres para mi un propósito
que me encadena a una idea.
Y esta ideita que tengo
me va comiendo por dentro.
Pero te digo una cosa:
voy a romper las cadenas,
volviendo mi rostro al viento.
Volviendo mi rostro al viento
y brindando con el Sol
yo romperé las cadenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario